Si te decimos que Aramís Fuster, pitonisa, máxima autoridad mundial del ocultismo y maestra en el arte de los desmayos, le ha vuelto a ocurrir... Pues pensamos que nada nuevo. Pero esta vez, y presta atención, nos tenemos que poner más serios. Porque, tal y como ella ha contado al programa 'Socialité', ha sufrido un coma diabético y la cosa podría haber acabado en algo bastante serio.
El duro incidente ocurrió cuando se encontraba en casa, donde vive ella sola. "No sé cuánto tiempo estuve inconsciente", cuenta al programa, añadiendo que fue un amigo el que llegó a socorrerla: "Se imaginó que me estaba pasando algo y vino a auxiliarme. Me ha salvado la vida y esto no lo voy a olvidar".
Pero no solo quedó ahí, sino que esto se convirtió en toda un experiencia: "Después tuve... así como un déjà vu". ¿Qué pasó exactamente en ese momento? ¿Vio pasar su vida por delante, su paso por 'Gran Hermano', sus 'aquítepilloaquítemato' con Obama? No. Algo completamente diferente: "Solo cierro los ojos y veo a mi madre. [que falleció en 2011] Mamá ya no tiene que decirme nada. Solo me mira y me sonríe".
Escalofriantes testimonios que nos dan para un especial de 'Cuarto Milenio'. Después del susto, asegura que le han quedado algunas secuelas, que no se encuentra bien y está "muy confusa", además de que "te queda un dolor de cabeza muy fuerte".
Pero es que, además, cuenta que "tuve en mi pensamiento a mis hijos", con los que no se habla desde hace años: "Quiero mandarles el último abrazo de amor y decirles que el último aliento de mi vida será mi pensamiento para ellos".
Y esto, por supuesto, le ha hecho replantearse algunas cosas: "Mi vida está llegando a su fin, ¿no? Mi destino está marcado y cuando sea yo no me voy a oponer". Así de contundente, de poético, de romántico ha hablado. Y ella, después de la experiencia, solo tiene un deseo para la humanidad: "Que sean felices, que se respeten... Porque la vida es muy corta, y cuando te das cuenta y sientes que te han quedado tantas cosas por hacer".
