Iñaki Urdagarin juega a dos bandas: se arrastra ante la infanta Cristina mientras se cita con Ainhoa Armentia

Urdangarin, Ainhoa Armentia y la infanta Cristina
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Menudo tunante está hecho el señor Urdangarin. Hace unos días, se especulaba con una posible segunda oportunidad entre la infanta y su todavía marido. Él se disculpó, confesó y aseguró que lo suyo con Armentia fue un simple desliz. Doña Cristina, aferrada a la idea de volver a ser una familia feliz, se planteó el perdón. Hoy, para sorpresa se todos, sale a la luz el bombazo del día: Iñaki y Ainhoa se ven a escondidas.

Esto es mejor que cualquier película. Tras varios años intentando que su hija mandé a tomar viento a Urdangarin, el rey Juan Carlos vuelve al punto de partida. Todos aquellos consejos que dedicó a la infanta con respecto a su matrimonio han sido en vano, y así seguirán siéndolo. En su última visita a Abud Dabi, Cristina dejó caer una posible reconciliación con Iñaki. El emérito, atónito, maldijo el día en que aquel deportista puso los ojos en su retoña.

En cualquier caso, la opinión de Juan Carlos sobre el triángulo amoroso del momento no parece tener ningún efecto práctico. Tal y como asegura la periodista Lorena Vázquez, Iñaki "mantiene visitas secretas a su amiga Ainhoa Armentia, se siguen viendo y hacen todo lo posible para que sus encuentros pasen desapercibidos para la prensa".

Iñaki Urdangarín y Ainhoa Armentia Iñaki Urdangarín y Ainhoa Armentia se van de picos pardos - La Sexta

"Si toman tantísimas medidas para no ser grabados juntos es porque esa relación es más que una simple amistad", asegura. Y efectivamente, si  las citas clandestinas entre Armentia y Urdangarin son reales, solo nos queda pensar que el ex duque de Palma es un picaflor sin remedio. La semana pasada se desplazó hasta Barcelona para intentar recuperar su matrimonio y ,ahora, los encuentros con su supuesta amante vuelven a ser noticia.

¿Qué pensará la infanta de todo esto? ¿Seguirá creyendo en la reconciliación? ¿O abrirá los ojos de una maldita vez? Don Juan Carlos, mientras tanto, debe estar al borde del parraque en Emiratos.

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