Juls Janeiro sale del quirófano con nuevas 'boobies' y no hay rastro de Jesulín de Ubrique: aquí huele a cabreo

Juls Janeiro sale del quirófano con nuevas 'boobies' y no hay rastro de Jesulín de Ubrique: aquí huele a cabreo
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La hija de Jesulín y Campanario acaba de someterse a su primer retoque estético. Juls Janeiro ha aprovechado el puente del Pilar para cambiar aquella parte de su 'body' con la que no se sentía a gusto: las tetis. Se acabó lo de tener poco pecho, ahora la hermanastra de Andreíta lucirá unas buenas peras al más puro estilo Oriana Marzoli.

Esto es más que habitual entre el famoseo barato de Instagram. Por muy guapérrima que seas o por mucho que te curres las fotos, no eres nadie si no has pasado por quirófano en al menos una ocasión. Hay quien se pone culo, otras se retocan el pecho y, en casos de emergencia, también hay quien cambia de parecer radicalmente.

Julia Janeiro, en su lucha por convertirse en la Kardashian española, se ha puesto en manos de un cirujano para aumentar el volumen de sus senos. Acompañada de su mamichula, la joven abandonaba el centro médico de la capital visiblemente dolorida y con dificultad para montarse en el vehículo que conducía su tío, Diego Janeiro.

Tal y como publica La Razón, María José Campanario se trasladó a la capital el fin de semana pasado para estar junto a su retoña en los días previos a la intervención. El que no apareció por allí fue Jesulín, que podría estar muy mosqueado tras lo sucedido. Con tan solo 18 años, su niña se ha puesto dos tetas como dos carretas. Vale, igual estamos exagerando, pero lo cierto es que la chavalina es muy joven y su padre podría no haber visto con buenos ojos su última decisión.

Julia Janeiro y su padre, Jesulín de Ubrique Julia Janeiro y su padre, Jesulín de Ubrique

En cualquier caso, ya está todo hecho. Julia Janeiro tendrá que guardar reposo durante varias semanas hasta que la inflamación y el dolor desaparezcan por completo. Y ya que su papi no se ha trasladado hasta la capital, Juls no tendrá otro remedio que acurrucarse con su nuevo churri en el sofá y ponerse fina a palomitas. ¡Já!

 

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